jueves, 24 de noviembre de 2011

Bella Maria 15

La ventaja de andar en bicicleta en Santa Risa era que todo el mundo hacía lo mismo. El albañil con su bici panadera, el pandillero con su bmx, el turista con su montañera y los prófugos como yo tirando pinta de todo un poco. Pasé por el centro de Santa Risa saludando a mis hermanas. Descansé lo suficiente. Pude verlos a todos y seguí rumbo a Bella María, pero esta vez en un taxi. Mis piernas estaban magulladas. Metí la bici en el maletero medio medio y me fui. No quería exponerlos. Ellos no tenían la culpa de que a mí se me haya ocurrido la idea de estudiar periodismo y ejercerlo con dignidad.
La parroquia estaba llena de turistas. Me alojé en un rancho llamado las tres princesas. Ese día saqué la portátil de la mochila y revisé noticias en el cuartucho. Prendí la tele y nada de la muerte del chapa. Los medios no harían mayor escándalo. Ese día me la pasé recorriendo a pie los lugares cercanos. Me dejé el cabello todo afro y la barba de apóstol. Todos pensaban q era uno de esos turistas sin oficio que solo se dedicaba a vagar. Tomé fotos con la cámara y el celular.
Al otro día tuve una sorpresa en el rancho. Maylin estaba ahí con Michael desde muy temprano. Querían conversar conmigo. @Mixitop sacó unas cartas y me dijo que me iban a matar pronto. Que todas sus cartas eran negativas y que solo una daba una luz de esperanza. Yo que no creía en esas vainas le pregunta que si podía hacer algo y me dijo q ese era el problema. Que solo yo podía descubrirlo. Pasamos hasta el medio día conversando pendejadas y medias. Antes de irse Michael me dijo: Se lo que el gobierno quiere hacer, pero no sé porque alguien tan insignificante como tu interfiere en esos planes. Cuídate muchacho me dijo. Me recomendó que lo llame cuando quiera consultarle algo, puesto q iba a leer las cartas a diario. Por primera vez en la vida creí un poco en esas cosas. ¿Cómo él podía saber tanto?. Ese día me la pasé torturado en el cuarto. No hice nada más que tuitear, bloquear, seguir gente y todo eso. El tercer día ahí iba a ser el más movido de todos.
Jhon me advirtió que habían contactado a una de mis followers para que me haga un seguimiento. Era hija de un político oficialista, estudiante de derecho y muy cercana a mí en twitter. Claro que yo ignoraba quien era su padre. Ese día salí a Santa Risa a hacer unas compras. Fui en el bus y al bajarme me pareció ver en el centro un rostro familiar. Me oculté a la sombra de un árbol del parque Sucre. Era
@NineMedranda quien me seguía en twitter desde hace 4 años. Alta, blanca, con un color de piel dorado como maíz costeño. De ojos expresivos y con tal armonía en su rostro que le permitía presumir de su irrefutable belleza. Su avatar de twitter siempre dejaba ver una muchacha inocente, pero de sensualidad intrigante por ese privilegiado cuerpo caribeño que no todas las mujeres de raza blanca tienen la suerte de poseer.
Nos habíamos caído bien desde el principio, era también un contacto de mi bbmsn donde nos comunicábamos a diario. Como pasa siempre en las redes sociales, sabía mucho y nada de ella. Justamente @NineMedranda era la persona encargada de tenderme una trampa. Imaginé que Teresa tenía algo que ver.
Llamé a Jhon para contarle y no me afirmó si era ella, pero yo estaba casi seguro. Mucha casualidad. A una cuadra de distancia seguí sus pasos y vi al hotel que ingresó. Me devolví a Bella María. Ella me traería muchos problemas. Una mujer sexi siempre los trae.

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