viernes, 2 de diciembre de 2011

La General Sur

Capítulo 21
Estando en la perla del pacífico me fui hasta el Malecón del salado. Ahí se concentraba la Sur Oscura. En el bus de camino allá, sentando en la parte de atrás me puse un capri limpio y la camiseta amarilla. Sabía que uniéndome al tumulto de hinchas que marchaban hacia el estadio era poco probable que los chapas se percaten de mi presencia, ya que parecía uno más de esos melenudos.
A nadie se le ocurriría que me tomaría el atrevimiento de ir a Guayaquil y menos al estadio.
Marché junto a la barra brava cantando “Un solo ídolo tiene el Ecuador Barcelona Campeón, Barcelona Campeón… es el ídolo del Ecuador”
Así llegamos al estadio, entramos al relajo, los pacos ni nos pararon bola y en la taquilla ni siquiera me pidieron la entrada que había comprado en 15 dólares a un revendedor.
Apenas estuve en las gradas me fui a un rincón y me senté a esperar que empiece el juego. Cuando Barce saltó a la cancha el pueblo amarillo rugió como 80 mil leones juntos.  
Colo Colo salió con todo al ataque y por poco anota la primera. Sin embargo el ídolo contaba con un patucho al que le decían “El Pony” quien con un tiro libre al minuto 39 puso la primera y el delirio para los hinchas que cantando el gol del equipo de sus amores nos abrazamos todos. Fue justamente en ese abrazo que alguien me reconoció. @AriannaBsc pegó un grito “Cheo”. Me quise hacer el loco, pero no pude. Luego la fulminé con la mirada y entendió que debía quedarse callada. Los demás no se percataron del incidente debido a que seguían celebrando el gol. Me senté a su lado. Sus demás amigos ni se dieron cuenta. Apenas terminó el primer tiempo nos fuimos hacia el interior de las gradas. Para mi suerte ella odiaba al innombrable y me dijo que no me preocupe, que no diría nada.
En esos momentos me puse más nervioso que lo normal. No confiaba en nadie, ni en mi sombra. No obstante yo percibí sinceridad en sus palabras. En lo poco que logramos hablar me dijo que la gente estaba cansada de la situación política. Le explique los detalles de mi caso y dijo que la gente estaba enterada de todo y que muchas veces se les había pasado la idea de organizarse para protestar. Lo que Arianna no sabía es que las acciones del gobierno pronto iban a interferir en uno de sus máximos sueños como hincha del ídolo. No le conté nada en ese momento, pero algo me hizo saber que ella pronto me ayudaría no solo a mí, sino a miles.
El segundo tiempo me quedé en el mismo rincón. No parábamos de mirarnos. Yo vigilaba sus acciones por si acaso. Colo Colo empató al minuto 40 del segundo tiempo. Ese resultado nos preocupó más de la cuenta, ya que no teníamos un arquero brillante y nadie quería los penales.
Al minuto 44 una falta en el area amarilla y penal, se venía la noche, sin embargo el arquero atajó, sacó largo y en un contragolpe letal al minuto 46 llegó la segunda del equipo y fue un delirio popular. Una locura colectiva. Una pasión de colores en las gradas. Gritos, agradecimientos, un cielo de bendiciones en el estadio y lágrimas de felicidad. Todo era la belleza de un pueblo amarillo hasta que @Fernando_Somach y @PedroCruz9 me reconocieron. Los manes empezaron a hacer bomba saludándome hasta que Arianna casi los mata con la mirada.
Luego del partido salimos a celebrar hasta “Billar Sport Club”  propiedad de @ZonaMegaRadio. Todo era fiesta, pero yo no podía disfrutar nada. Los muchachos entendieron que no debían hacer lámpara.
Hablé con la gente y les dije que el régimen tenía otros planes. Tuve que contarles que pretendía suspender las elecciones. Esa noticia los dejó con la boca abierta.
En ese momento entendieron porque me seguía las autoridades. Les hice prometer que no corran el rumor, peor mi intención fue justamente esa, que poco a poco todo se vuelva un secreto a voces. Quizá fue una tonta estrategia de mi parte, pero necesitaba intentar cosas. Ya no podía seguir callando. Les advertí que tengan cuidado con @ninemedranda. Les conté todo sobre ella.
Al despedirme les noté la cara de temor por la noticia que les había soltado. Fernando era de Machala y regresé con él el bus lleno de fanáticos. Los policías nunca paraban a esos buses. Así llegamos hasta Machala.
Barcelona estaba clasificado a una semifinal de Copa Libertadores, yo rumbo a Bella Vista en la madrugada y mucha gente que ya me había visto el nuevo aspecto. Con todo lo acontecido era el momento de cambiar ciertas cosas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario